Christophe Meunier y François Place en Libr’Enfant… |
Los últimos gigantes
Christophe Meunier
Este álbum ha generado el más alto interés por parte de la comunidad científica y los especialistas en literatura infantil. La naturaleza misma de la obra es objeto de debate: ¿Se trata de un libro ilustrado o de un álbum iconotextual? El diseño del texto, el soporte, la articulación de imágenes enigmáticas. La elección, por ejemplo, de un pequeño formato a la italiana que permite la expresión de los paisajes, el juego de escalas con los gigantes. ¿Tal vez detrás de esto se esconda la idea de un diario de viaje?
François Place
En efecto, hay algunas razones para este formato. El texto se termina con la muerte de los gigantes y la escritura es bastante compleja –al menos para los más pequeños. Por lo tanto, trabajé con Casterman (editorial franco-belga que publicó el libro por primera vez en 1992) en un "formato ideal". Para simplificar, podemos decir que los libros-álbum de gran formato son más bien para los más pequeños. En el interior, una vez abiertos, son como un teatro. Por esta razón, con el editor, trabajamos en un formato más pequeño, próximo a la novela, para indicar que el libro va dirigido a lectores más experimentados. Como el texto está ordenado por una sucesión de imágenes, la página de la derecha no tiene siempre las mismas dimensiones. Definimos una longitud de líneas, un tipo de fuente y de interlíneas, en función del bloque de texto más corto y el más largo, que ha determinado la dimensión final de la página, y del libro.
En ese momento estábamos un poco preocupados de cómo iba a ser recibido por el público, porque la historia es dura. Pero esto era en 1992, y, para ese entonces, el libro ilustrado había ganado lectores más adultos. Pienso en las obras de Fred Bernard y François Roca, por ejemplo. He recibido una decena de años más tarde, una carta de una estudiante universitaria que ha escrito un libro llamado La langue est-elle fasciste? (¿La lengua es fascista?), en donde atacaba violentamente al libro. Yo ya había anticipado un poco este tipo de críticas y dije que el libro no era para niños de cinco años.
En ese momento estábamos un poco preocupados de cómo iba a ser recibido por el público, porque la historia es dura. Pero esto era en 1992, y, para ese entonces, el libro ilustrado había ganado lectores más adultos. Pienso en las obras de Fred Bernard y François Roca, por ejemplo. He recibido una decena de años más tarde, una carta de una estudiante universitaria que ha escrito un libro llamado La langue est-elle fasciste? (¿La lengua es fascista?), en donde atacaba violentamente al libro. Yo ya había anticipado un poco este tipo de críticas y dije que el libro no era para niños de cinco años.
Los últimos gigantes |
El mapa y el viaje
De arriba a abajo: Los últimos gigantes | L’Atlas des géographes d’Orbae (Tome 2) | La fille des batailles | La douane volante |
FP: En principio soy un ilustrador. De hecho, cuando comencé a escribir sobre la serie documental Découverte Cadet, pasé mucho tiempo en la biblioteca tomando notas sobre crónicas de viajes y los bocetos en grabado, los altlas. Construí una base de datos que siempre tomo como referencia para el diseño y los paisajes. Después, como quien se siente apasionado por la música, entro más y más en la sutileza de las cosas y ahí uno se da cuenta de que hay una evolución del mapa, por ejemplo, y que las ilustraciones que acompañan las historias de viajes cambian en función de la mentalidad de la época. Eso es lo que me interesa saber, como las personas se percibían las unas a las otras. Eso nos recuerda mucho la manera cómo se veían, de entenderse. En un diario de viaje del siglo XVII, un viajero se dirige a los persas e informa que ha visto personas con pies calzados de hierro. Por supuesto, esto es imposible, pero él explica que el sultán tiene un número de caballos que corren mucho y a todas horas, entonces, para protegerse las pezuñas, se ven obligados a llevar grilletes. Incluso añade que tienen una forma secreta para estar siempre activos: ¡se han hecho extirpar el bazo! Y esto es sacado de un diario de viaje muy serio que hace observaciones muy finas sobre la comida, el vino, etc. El primero de los grandes exploradores occidentales, es Alejandro Magno. Se trata de alguien que pensaba ir hasta los confines del mundo. En ese momento, uno empieza a sentir que el mundo es posible de aprehender. Sus viajes influyeron en la imaginación romana, árabe, persa...
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Escribir para los niños
CM: Para finalizar, me gustaría discutir sobre tu trabajo como autor de libros para niños, que constituye casi la totalidad de tu obra.
FP: Es verdad, pero creo que en parte es porque la mayoría de mis libros son leídos también por los adultos. En clase, por ejemplo, por tener mucho de mundo y de viajes –el mismo Atlas que es bastante complejo–, trabajo con mis libros en 6º grado con mucho entusiasmo, porque su propuesta es muy rica. Sin embargo, debo aclarar que mi escritura no está "trabajada" para los niños.
CM: ¿Cree que estas historias que tienen que ver con el viaje, la búsqueda del espacio, los encuentros con otras personas, pueden ayudar a los niños a reflexionar sobre su manera de vivir? ¿En un espacio de su cabeza tiene ese deseo?
FP: Hay una preocupación real por el agotamiento de los entornos naturales. Sin embargo, la Tierra sigue en apuros. Creo que cuando uno se sumerge en los antiguos diarios de viajes, hay una cierta fascinación que también se asocia con un gran sentimiento de temor. El filósofo Michel Serres dice que hasta hace muy poco la naturaleza era mucho más fuerte, entonces el hombre tomó la delantera. En la actualidad, la naturaleza está en proceso de recuperar su superioridad de otra manera: el cambio climático amenaza la supervivencia de nuestra especie, que causó la contaminación y los gases de efecto invernadero. Mirando hacia atrás en los imaginarios del mundo, los mapas que tenemos ahora a nuestra disposición son tomados por satélites, procesados e interpretados por una computadora. Siempre, en el mundo de la ciencia, los descubrimientos geográficos eran paralelos a los del cuerpo humano. La evolución de los atlas geográficos acompaña de manera extraña la evolución del atlas anatómico. Parece que tenemos el mismo deseo de entender el espacio interior y el espacio exterior, eso que llamamos el gran mundo y el pequeño mundo. Las imágenes de satélite, por ejemplo, son muy cercanas a las imágenes médicas: tienen los mismos procesos de tratamiento. Son curiosas e inquietantes, como si se quisiera tomar el pulso de la Tierra cada minuto. Por último, yo realmente no quiero transmitir todo esto a los niños. Sin embargo, si quiero hablarles de diversidad, multiplicidad, oportunidades para el descubrimiento, formas de pensar, de superarse: esto me resulta más interesante que hablarles de temas angustiantes.
Rencontre avec François Place à la Médiathèque du Marsan. Imagen tomada de: mediathequedumarsanlecturecube.over-blog.com |
Entrevista realizada en francés y con mayor extensión en el blog Les territoires de l’album. Traducción de Careny Galarraga
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