jueves, 24 de mayo de 2012

Las invenciones de Fernando Krahn


Fernando Krahn (1935-2010) creador e ilustrador de libros para niños, artista plástico y dibujante humorístico, publicó sus historias y caricaturas en Europa, Estados unidos, Chile y Venezuela. Con su esposa, María de la Luz Uribe, entró al mundo de la literatura infantil y juntos obtuvieron importantes reconocimientos por su trabajo, entre ellos el Apel·les Mestres 1982. Con Ediciones Ekaré, publicó: 

         





Compartimos con ustedes una entrevista realizada al ilustrador en el 2008 para la Revista Peonza:

¿Cómo se plantea su proceso creativo?

Muchas veces un ilustrador puede encontrarse con una buena historia para niños narrada en excelente prosa pero en la cual el autor no da pábulo de acción o ángulos ilustrativos. Por otro lado, un buen ilustrador puede enriquecer la historia con imágenes no señaladas en el texto, arriesgando con disgustar al autor por un supuesto entrometimiento. Este problema lo solventa uno si es ambas cosas, o sea, autor e ilustrador. Es indiscutible el éxito por su equilibrio de ambas expresiones en libros de Edward Gorey, Tomi Ungerer o Sendak. En mi caso, opté mayoritariamente por libros sin palabras en los cuales narro historias secuencialmente. (Varios de estos libros, editados en EEUU hace muchos años y en blanco y negro, los he rehecho en colores y con algo de texto para ser publicados en España.) En mi caso de ilustrador tuve la suerte de tener a mi lado por tantos años a una excelente autora, motivando un diálogo entre ambos para acordar cambios posibles y reforzar el trabajo del otro.

Su padre era un abogado con aficiones circenses; escribía operetas, montaba espectáculos y era clown. Durante el verano recorrían pueblos chilenos y usted y su hermano hacían circo con él. ¿Cómo recuerda aquellos momentos de su infancia? ¿Qué papel tenía la literatura en su vida?

Estos y muchos momentos de mi infancia dentro del área familiar fueron enriquecedores. Tuve la suerte de pertenecer a una familia creativa en la cual se me estimuló. Mi madre era una soprano considerada y, por tanto, tuve en casa un ambiente musical culto que fue básico en mi formación. Con los libros pasó igual. El escritorio de mi padre en casa era una especie de santuario donde se dibujaba, se leía, se escuchaba música y se repasaban imágenes de viejos libracos.

Lleva casi cuarenta años haciendo libros para niños, ¿qué le atrae de la Literatura Infantil para seguir pensado, escribiendo y dibujando libros después de este tiempo?

Valoro sobre todo la parte lúdica y humorística como herramienta para aportar ideas y conceptos que permitan reflexionar al niño. Es importante crear espacios que estimulen la imaginación y le permitan asociar ideas en un sentido creativo. Me preocupa cómo actualmente se acorta la infancia dándole información adulta enlatada y confusa. Creo que una sola ilustración de Arthur Rackham para Alicia puede ser mucho más estimulante que cualquier videojuego o película de efectos especiales.

Lleva publicados más de sesenta libros en USA, España, Venezuela... en los que el humor es un protagonista primordial. ¿Cómo es el humor de sus obras? ¿Cuáles son los pilares del mismo?

Esos pilares los tengo desde mi primera infancia, cuando mi padre en sus ratos libres escribía óperas bufas con temas como la Odisea y yo, a su lado, ilustraba humorísticamente temas que se consideraban serios. También en el colegio Alemán donde me eduqué, al profesor de dibujo lo consideraban loco pues, además de ser algo excéntrico, nos daba temas dramáticos como catástrofes públicas, inquietud que a mí me afrontó a la condición humana en su reacción absurda, y a veces ridícula, frente a situaciones extremas.

Entrevista publicada, con mayor extensión, en 2008 por Peonza 86, p. 36. Santander: Asociación cultural Peonza.

sábado, 19 de mayo de 2012

Un kamishibai desde el sur

Ekaré Sur es una editorial hermana de Ediciones Ekaré Europa (Barcelona) y de Ediciones Ekaré (Caracas, la casa matriz) que distribuye, publica y edita libros seleccionados especialmente para los lectores chilenos. Dentro de sus proyectos, ofrecen la representación de sus libros en El Pequeño Teatro de Papel. Éste, es una sencilla y atractiva manera de narrar historias en cualquier parte, usando un escenario de madera y unas láminas ilustradas. Está inspirado en una tradición japonesa llamada kamishibai, palabra que quiere decir "drama de papel". No hace falta ser un cuenta cuentos profesional; basta con practicar y poner entusiasmo en la lectura.


Los libros presentados en el vídeo son La tortilla corredora
Bernardo y CaneloEstán siendo narrados por Verónica Uribe, 
directora de Ediciones Ekaré Surco-fundadora de Ediciones Ekaré.