Una princesa valiente se enamora de una estrella del alto cielo. Con una enorme tijera y una lancha de motor, sale a buscarla. Pero Margarita ha olvidado algo importante: el consentimiento de su padre. El clásico poema del nicaragüense Rubén Darío se complementa con finas ilustraciones que muestran los paisajes nocturnos de la costa caribeña.
Hola, me gustaría hacerme de algunos ejemplares de Margarita. ¿Habrá algún sitio en el que puedan conseguirse?
ResponderEliminarMil gracias y quedo atenta a su respuesta.
Saludos,
Ophir
Hola. ¿Nos puedes decir dónde estás ubicada?
ResponderEliminarYo igual lo quiero, estoy en Barquisimeto
ResponderEliminar