Fanuel: A ver Morella, cuéntanos un poco acerca de cómo te iniciaste en el mundo de la ilustración de libros para niños.
Morella: Durante mi carrera me destaqué en la parte de dibujo, más que en la parte de diseño; para ese momento yo ya sabía lo que quería hacer y me hablaron del Banco del Libro y de Ediciones Ekaré.
Fanuel: Entonces te fuiste para allá...
Morella: Recuerdo que entonces pedí una cita por teléfono, hablé con Irene Savino y me fui con mi carpeta debajo del brazo. Realmente en mi portafolio no había nada que indicara que yo podía hacer libros para niños, porque los dibujos eran más que todo artísticos y los trabajos estaban pensados como ejercicios de diseño. No había nada que fuese realmente ilustración. Pero en ese momento pienso que Irene tuvo un ojo clínico, y ella sabía que yo podía ilustrar libros para niños. En ese momento me dio el manuscrito de La pájara pinta. Ya otros ilustradores habían hecho prueba de ilustración, pero ninguno había podido dar con el planteamiento de imágenes que tenía propuesto Ekaré.
A mí me costó muchísimo. Me acuerdo que Irene en ese momento se fue de permiso y yo me quedé un tiempo trabajando, haciendo una suplencia, como no tenía tanto trabajo, me dediqué a La pájara pinta. Todos los días me sentaba un ratico a tratar de producir las imágenes que me costaban muchísimo porque era mi primer trabajo. Tenía muchos temores porque quería hacer algo que me gustara a mí, pero también estaba pensando mucho en función de quién iba a mirar esos libros y cuál era el estilo apropiado.
Fanuel: Morella, háblanos un poquito acerca del receptor de las ilustraciones: ¿cómo crees que los niños deben recibir o reciben las ilustraciones que tú haces? ¿Existe una intencionalidad pedagógica en tus dibujos?
Morella: (...) Estoy muy pendiente de qué valores transmito. Sobre todo trabajo mucho las relaciones entre las personas. A lo mejor no estoy tan pendiente de la técnica ni de un dibujo perfectamente acabado, o de una puesta en escena. Más bien quiero, aunque suene un poco contradictorio porque yo me afinco mucho en la parte del dibujo, transmitir ese mundo de las relaciones, del nexo entre los personajes y que realmente eso se refleje en mis dibujos. Por ejemplo, en La pájara pinta, se describe la situación de cómo sería el acercamiento entre una madre y el niño, cómo éste se puede manejar entre ellos. El reto para mí es encontrar la manera de reflejar ese pequeño mundo familiar en mis ilustraciones.
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