Las ilustraciones de Ramón París fueron fotografiadas originalmente en teatrinos. Estas cajas son una muestra de cómo el ilustrador dispuso las figuras de papel para crear la sensación tridimensional presente en el libro. |
Este álbum que publica Ekaré no es de gran formato, pero tiene espacio suficiente para dar cabida a un corazón: el del amor de un abuelo hacia su nieto. La cosa va así: el abuelo regala una mascota a su nieto y se convierten en un terceto inseparable. El nieto fantasea con otros animales que podría adoptar (aparte del perro regalado) y resulta que todos le fascinan, pero la madre no consentiría convivir con los más peligrosos (el gorila, el tigre, la ballena) , que son los preferidos del nieto. Y lo son porque los conoce; porque el abuelo se transforma para él, para hacerlo feliz, en todos los animales del mundo, y aúlla, brama, bala y ladra como el mejor de los animales (de aquí la canción de Bob Dylan que titula la reseña).
“Qué bien, tener un abuelo como el mío”, dice el niño. Y sí, qué bien crecer al lado de un abuelo que nos acompaña, nos alecciona, nos permite un poco más de la cuenta, y nos muestra cómo es la vida desde el punto de vista de quien ya la ha vivido. Todos los que han tenido un abuelo o una abuela atenta, estarán de acuerdo.
Ramón París, ilustrador, es venezolano, pero vive en Barcelona. Construye unas cajas, medio teatrillos medio dioramas de papel, dentro de las cuales sitúa sus figuras recortadas a base de planos paralelos. Cuando tiene fondo y figura compuestos, lo fotografía. El resultado de este proceso son unas imágenes planas, bastante abigarradas, llenas de superficies rayadas (pelaje de los animales, hojillas de la vegetación, diseño del papel de la pared) que, curiosamente, tienen un toque tridimensional provocado, si nos fijamos bien, por la sombra que las figuras autónomas proyectan unas sobre otras y sobre el fondo. El efecto es sutil, pero apreciable, y genera un contraste entre las formas que el dibujante aumenta gracias a la diferenciación de textura de las piezas que interactúan. No nos hemos de plantear que son figurillas de teatro a punto de moverse, sino más bien piezas de un collage instalación tridimensional.
Los dibujos de este libro han sido fotografiados por Mauricio López Viana, y presentan una colección generosa de animales de todas las especies, trazados con línea limpia, y unos efectos cromáticos puntuales (domina el blanco y negro) a base de azules, verdes y marrones difuminados, un poco a la manera de los resultados de una litografía.
Siempre con ilustraciones a doble página, asistimos día a día, real e imaginario a la vez, de la pareja abuelo-nieto, y su convivencia (y connivencia) con todos los especímenes de la ficción que el abuelo crea a base de máscaras (esto lo sabemos al final) en su taller de manualidades.
Hola Ramón, Soy Isidre el tio de Arnan, el dia de Reyes, Iliana me habló de tu libro, y ahora he podido ver alguno de los dibujos.
ResponderEliminar!Qué gran idea, Ramón, y que buenas ilustraciones!!
Me encantan, ahora solo me falta leer el libro enterito y disfrutarlas con calma.
Nos veremos!!
Isidre